Cuando era adolescente, recuerdo muy bien que había leído un articulo de algún libro sobre la historia del Imperio Otomano, una fascinante historia, con la caída de Constantinopla y que luego fue renombrada como ESTAMBUL, con este nuevo nombre se convirtió en la nueva capital del Imperio Otomano hasta su desaparición, esta ciudad siguió floreciendo como un centro cultural y económico del mediterráneo.
Pasaron los años y la verdad que nunca la había tomado en cuenta para visitarla. Claro, hasta que aparecieron las famosas «novelas turcas». En Perú fue un boom y como buena hija de mamá novelera, también veía fascinada los paisajes que salían en cada episodio. El mar, las mezquitas, la forma de beber el té, las zonas modernas, era una combinación perfecta y también un escenario perfecto para el drama novelero.
Y efectivamente a Estambul la incluí en mi lista de viajes, pero mas allá por el tema novelero, comencé a investigar sobre su historia, sus monumentos importantes, que ver y que hacer en esta ciudad y realmente fue una sorpresa, Estambul tenia mucho por ofrecer y conocer. Cómo arquitecta ando obsesionada con los detalles y también en visitar edificios emblemáticos, pero lo de Estambul ya fue a otro nivel. Cada Mezquita fue un recorrido delicioso, cada palacio era como estar en un Disney.
Desde un inicio de la llegada ya nos dimos cuenta que es una ciudad caótica con el trafico de carros, es una competencia manejar en esta ciudad. Nos tomo una hora en auto desde el aeropuerto super moderno al centro histórico de Estambul, lo primero que se va asomando es la vista al Bósforo. Fue hermoso, en el camino aparecen algunas mezquitas, algunos barrios, la gente no para y el trafico tampoco.
Otra cosa curiosa era ver cada cierto tiempo como se mostraba con orgullo su bandera nacional. las puedes ver en todas partes, una forma de indicar que están orgullosos de ser turcos.
Nosotros nos hospedamos muy cerca a la estación de tren, una zona estratégica para ir a los puntos mas importantes de la ciudad. Como la mezquita Santa Sofia, la mezquita Azul, la Cisterna y la mejores zonas para comer y probar sus postres, su comida y darnos cuenta que Estambul no es cualquier ciudad, es una ciudad con mucha presencia y mucha identidad.
En otro post le hablare en detalle de cada lugar que visitamos. Estambul es una ciudad que merece la pena repetirse. A nosotros 5 días fueron pocos, aunque llegamos a visitar lo más importante creo que lo disfrutamos muy deprisa. Tampoco es complicado viajar con niños, tiene todos los transportes disponibles, tren, metro, tranvía, bus, etc. También puedes hacerlo caminando sin ningún problema, nunca nos sentimos en peligro, caminamos hasta muy tarde y siempre se sintió seguro, evidentemente no si eres una mujer sola, en ese caso siempre hay que tener precaución.
El primer día visitamos la Mezquita Santa Sofia, lo cual es recomendable comprar los tickets con anticipación y llegar muy temprano. Desgraciadamente ahora solo puedes observarla desde el segundo nivel, lo cual no se aprecia cómo uno quisiera pero aun así es realmente impresionante toda la estructura y la decoración de la mezquita. Así como en todo lugar debes respetar lo que indica para el ingreso, sino simplemente no entras.
Al frente del Santa Sofia tienes la Mezquita Azul, un lugar realmente hermoso, yo quede muy impresionada con este sitio, aquí el ingreso es gratis. También es recomendable ir temprano ya que se llena muy rápido.
A unos cuantos metros tienes LA CISTERNA BASILICA, es una joya de la ingeniería, es conocida como el «Palacio Sumergido» fueron depósitos de agua para abastecer a la ciudad en caso de ser atacada, le rodean 336 columnas de 9 metros de altura. En cualquier sitio que quieras visitar es mejor comprarlo vía online las entradas, las colas son enormes y puede demorar mucho.
Ultimamente se han elevado los precios de los tickets a los monumentos, por lo tanto mi consejo es elegir los sitios mas principales. Ser consciente de que muchos lugares han perdido esa magia por el simple hecho de que ahora Instagram los saturo. Existen muchos lugares que es difícil de tomar una foto decente, en mi caso fue en la TORRE GALATA, los cafés todos llenos, restaurantes carisimos muchos de ellos famosos por los influencers y no necesariamente por lo autentico. Por eso te recomiendo investigar por verdaderos sitios que te enseñan la real vida de Estambul.
Sobre la comida. Nosotros aprendimos casi en los últimos días, lo mejor es buscar el food street.
Quiere decir pequeños callejones donde encontraras varios puestos de comidas y el precio es mucho mejor y la comida mucho mas deliciosa que los restaurantes.
Otra cosa que me gusto mucho fue tomar el Ferry, es hermoso y con las vistas que tiene del Bósforo me sentí en una novela. Te recomiendo tomarte un café turco dentro del ferry, es otra experiencia para recordar.
Hay mucho por escribir sobre esta ciudad, yo quede enamorada, es una de mis ciudades favoritas y volvería muchas veces. Por ahora mis recuerdos serán escritos aquí y volver a viajar recordando cada sitio y en cada post que escriba. Por ahora esta es la primera parte un mini extra mini resumen de lo que vivi en Estambul.
Obviamente no podía irme sin mis souvenir, recuerdos bonitos. Algo que extrañare mucho es su famoso pan SIMIT.
Hasta la próxima!
Mili 🙂