No se cuanto tiempo habrá pasado desde que me prometí algún día llevar a mamá a Fátima, después de muchos años y de muchos viajes, me preguntaba por que no hice  este viaje con ella antes?

Dinero?; Tiempo?, miedo? ganas?… en realidad nada de eso era el problema, por que dinero siempre hay y sino te lo inventas trabajando y esforzándote, tiempo siempre hay, miedo quizás al no saber el idioma, pero ya hace algunos años perdí el miedo a viajar sola, ganas siempre las he tenido y si es para un viaje mejor, pero como nada de eso era, mi respuesta al conocer el Santuario de Fatima me fue dada…

Era el momento indicado, el momento que estaba predestinado para pisar estos suelos.

A veces no me lo creo, pero puedo decirles que todo el viaje a Porto y a Fátima fue de total transparencia, paz y libertad.

Parece un relato de alguna pagina de yoga o algo así, pero también hay algo de eso en mi vida jodidamente personal, demonios y ángeles que todos llevamos dentro y que sacarlos cuesta. Cambie mucho hace aproximadamente 2 años, prometí ya no vivir la vida de nadie y tampoco satisfacer a nadie, ni por amor, ni por amistad, ni por nada. Solo empezar a concentrarme en lo verdadero y positivo para mi y mi forma de empezar era mejorar la relación entre mi madre y yo.

Así fue que desde que rompí con cierto pasado y que fue muy doloroso y aun sigo sanando, empece a tratar de conocerla mas y la mejor manera para mi es viajar con ella.

Como nuestro primer viaje solas y adultas fue Cajamarca – Perú (aquí el post sobre ese viaje!), ahí pude conocer muchas cosas de ella y notar que los momentos más emocionantes para ella era revivir la «aventura», la de ser libre y sin pensar en el futuro, ni de sus plantas, ni de Rocky su hijo perruno, ni el gato que solo la usa para que lo alimente y luego se larga sin avisar a vagar por las calles y los problemas de la familia…era simplemente disfrutar el viaje.

Así que empezamos el día miércoles 6 de Setiembre de 2017 muy temprano por la mañana para embarcar el bus hacia el Santuario de Fatima.

Nuestro hospedaje se ubicaba muy cerca a la Estación Sao Bento (linea D)  entonces desde allí tomamos el METRO, las salidas del metro son a partir desde las 6:00 am.

 

COMO LLEGAR?

Metro: Estación 24 de Agosto, puedes tomar las lineas A,B,C y E. el costo es de 1, 25 euros (solo ida)

DONDE COMPRAR BOLETO DE VIAJE?

Los boletos se compran en la estación de buses REDE EXPRESSOS, el edificio se ubica a pocos metros de la estación y debes bajar al sótano donde se ubican las boleterías.

CUANTO CUESTA?

El costo es de 18.00 EUROS por persona solo ida y puedes comprar al instante, los buses salen cada hora y el viaje dura 2 horas. Es recomendable salir del Santuario a las 5pm para llegar a Porto a una buena hora.

EL SANTUARIO DE FÁTIMA

El Santuario de Fátima esta ubicado en Cova de Iria a 180 km de la ciudad de Porto. Desde la llegada a la pequeña estación de buses, puedes conseguir un mapa con los puntos importantes por conocer en el Santuario.

El santuario se ubica a pocos metros de la estación; así que es muy fácil llegar. Al ingresar a ese gran complejo blanco, la emoción empieza a crecer en uno, desde una gran cruz al lado derecho y un gran rosario colgando te dan la bienvenida.

Nosotras empezamos a contemplar el lugar, es un lugar grande pero sencillo, se ve todo tan delicado y sublime, aunque había mucha gente no te sientes incomodo, todo fluía.

Empezamos nuestro recorrido en la «Capilla de las Apariciones», el lugar exacto donde la Virgen de Fatima fue visto por primera vez por los pastorcitos, no se que pasa allí pero empiezas a llorar, a llorar como un río, la gente se reúne alrededor de un pequeño altar a rezar el rosario y todos atentos observando a la pequeña imagen de la virgen, es impresionante!

Ese día teníamos encima unos 35 grados de calor, aun así realizamos la misa completa y luego visitamos «La Basílica Nuestra Señora del Rosario», de estilo Neobarroco, la basílica fue construida en 1928 y terminada el 7 de Octubre de 1953. Su torre tiene una altura de 65 metros y encima una gran corona de bronce llama mucho la atención. Su interior es sencillo pero imponente, dentro de ella están las tumbas de los tres niños videntes, a la derecha del altar esta Francisco y  al lado izquierdo la tumba de Sor Lucia y Jacinta. Al final y a un lado una pequeña imagen de Fátima.

Puedes estar todo el día en el Santuario, tienes información de sus actividades en todos los idiomas, las misas son hechas en portugués.

Todo esta bien ubicado y señalado, fue una linda y emocionante experiencia, después de muchos años pude cumplir un sueño para mamá, describir la experiencia es difícil, creo que no se como escribirlo y que lo entiendan, creo que todos creemos en algo, sea cual sea nuestra religión, creo que aun existen lugares sagrados, para mi fue este, así de sencillo sin tanta estructura u oro como se ven en otras iglesias, todo eso no vale.

Vale lo que sientes, vale que tengas el alma desnuda para que lo entiendas, solo eso.

RECOMENDACIONES:

• Llegar temprano ya que mas tarde, te pierdes de actividades y hay mucho mas gente.
• Comprar una botella de agua y algo para picar, dentro del Santuario no hay venta de comida.
• La comida en la ciudad o cerca del Santuario es barata, a partir de 6€. 
• Lleva efectivo.
• bloqueador solar y buenas zapatillas.
• Es recomendable retirarse a partir de las 4 de la tarde para no tener problemas con la compra del billete al regresar.

Este año se cumplen 100 años desde su aparición, todo un privilegio visitarlo!

Espero que haya sido de tu interés. Hasta pronto viajeros!!

Mili 🙂